jueves, 23 de junio de 2011

Plou a bots i barrals.

Pluja d'estels
~

Escribí sobre la lluvia y llueve más. ¿Si escribo sobre el sol se hará más soleado? 
Si escribo mi historia modificando algunas cosas, ¿cambiará de acuerdo a lo que escribí?
~
Todo el mundo busca el poder. El poder sobre otras personas, el poder de hacer cosas que antes o ahora no pueden. Desde los más fuertes con más recursos hasta los más débiles carente de ellos. No hay persona que se salve, sea de la clase que sea, todos desean tener el poder. La diferencia está en poder llegar. Unos pueden y otros, no. Algunos creen que si cambiara de manos el poder sería distinto todo, ¿y por qué? ¿Quién te dice que el de más abajo no haría lo mismo que el que está más arriba? Hay excepciones, claro. Pero al parecer como uso humorístico del Universo esas excepciones nunca pueden.
Todo el mundo busca y quiere el poder. Desde nosotros los humanos, hasta los insectos. Como cuando una simple pisada mata una hormiga, porque puede, y disfruta el poder hacerlo, no el matar una hormiga en sí, sino saber que tiene el poder. A veces, por el simple hecho de poder la gente hace cosas innecesarias. Porque tengo la plata la gasto en idioteces mientras me quejo del Gobierno que no da. Porque tengo plata me fijo primero en esas botas hermosas y me olvido que hace dos días atrás estaba luchando por llegar a fin de mes. Porque puedo matar lo hago. Personas que golpean animales, porque pueden. Ya le robé a ese viejo y aún así viendo el terror infundado en sus ojos aprieto el gatillo acertando justo en su pecho, porque puedo, porque se siente bien saber que tenés el poder, saber que vos sos el que lo hace y no al que se lo hacen. Todos hablan del poder como una cosa, todos hablan y no saben nada. El verdadero poder está en saber detenerse. Cuando estás a punto de aplastar esa hormiga, cuando estás a punto de comprar cosas innecesarias, cuando estás a punto de matar a alguien indefenso, el detenerte en ese preciso momento es cuando te das cuenta que realmente sos vos el que tiene el poder, detenerte en ese momento porque sabés que podés pero no lo hacés. Sabés que podés y con eso te basta. No hacer cosas innecesarias por el puro placer de sentir que tenés el control de algo o de alguien, eso es el poder. Dos personas peleando en la calle, golpeándose, vos estás arriba de tu oponente dando golpes y golpes, él ya no se resiste y para de golpear. Lo ves a la cara, sabés que ganaste, pero no parás de golpear, solo porque podés. 
Es más fuerte y poderoso el que se detiene sabiendo que puede, al que hace por poder hacerlo. Pero es más fácil hacerlo que no hacerlo, y el ser humano además de ser terco y orgulloso se deja llevar por las sensaciones, y la sensación de poder es muy buena y tentadora como para dejarla ir, y es más fácil sentirlo que realmente tenerlo. Es difícil detenerse en ese momento justo en el que uno va a actuar, en donde todo está decidido, en donde vas probando ese sabor a control y poder de destrucción del otro, donde sabés que queda en tus manos destruir o parar. Casi nadie lo hace, casi nadie se detiene. Pero el que lo logra es digno de decir que tuvo el poder. Porque lo tuvo pero pudo elegir no hacerlo. En cambio, es muy fácil no detenerse en ese momento en el que actuás, en donde estás probando y saboreando esa sensación a poder y control, donde sabés que podés destruir o parar, donde sabés que 
podés y lo hacés.

1 comentario:

  1. Wow, no esperaba tanto pero acordate que fui el primero que confió en vos. Este texto se queda corto cuando buscas palabras para contar lo que me hizo sentir leerlo. Ojala más lo lean, para disfrutar un rato.

    ResponderEliminar